Tuesday, July 25, 2006

El poder en el medio

Los medios comerciales son los nuevos piqueteros de la comunicación: cortan la ruta de la información para obtener por la fuerza recursos públicos. Pero hay otra prensa que busca “caminos alternativos”, asfaltados por las organizaciones sociales. Esta nueva lógica, inversa, no radica ni un primer, ni un cuarto o quinto poder, sino un poder que no imagine sujetos y objetos, medios y audiencias. Un poder en el medio.

por Claudia Acuña*

Hace unos meses Ignacio Ramonet, el creador de Le Monde Diplomatique, escribió un artículo que tituló “El quinto poder”. Hacía referencia a la necesidad de oponer una fuerza capaz de presionar y exigir “más verdad y ética” a los medios de comunicación. En su diagnóstico describía: “La mundialización es también la de los medios de comunicación masiva. Preocupados por la preservación de su gigantismo, que los obliga a cortejar a los otros poderes, estos grandes grupos ya no se proponen, como objetivo cívico, ser un cuarto poder ni denunciar los abusos contra el derecho, ni corregir las disfunciones de la democracia para pulir y perfeccionar el sistema político”.
El pensamiento de Ramonet, siempre lúcido y oportuno, es válido para muchas partes del mundo, menos para la Argentina. Aquí hemos tenido que convivir y sobrevivir a medios comerciales de comunicación a los que poco y nada les importó “las disfunciones de la democracia”. En todo caso, en lugar de recoger los temas que preocupan a la opinión pública, usufructuaron esa mediación en su propio beneficio. El saldo actual es el de grandes empresas con deudas inmensas, crisis financieras y de prestigio:
· Caída de venta de diarios en el país en los últimos diez años, la más pronunciada del mundo.
· Encendido de TV: sigue siendo uno de los más bajos, alcanzó su peor promedio en el 2001.
A cambio de monedas y favores, los medios comerciales se han concentrado en el único rol en el que pueden demostrar eficiencia: ser piqueteros, en el sentido literal que ellos mismos le dan al término. Cortan la ruta de la información, garantizando así la exclusión y el aislamiento, para obtener por la fuerza recursos públicos.
Dedicar esfuerzos a inyectar verdad y ética a este sistema decadente parece una tarea demasiado menor como para destinar la creatividad, fuerza y compromiso de los movimientos sociales.
Quizá por entender mejor que nadie esta paradoja, la Argentina es hoy protagonista de una mejor opción. La prensa alternativa descubre esos caminos que las organizaciones sociales asfaltaron con paciencia y tenacidad hasta crear una verdadera red de recursos para que la verdad y la ética transite sin atascos. Estos medios sociales de comunicación constituyen un capital propio difícil de domesticar y mucho menos de traficar en las trastiendas, porque nacieron plurales y múltiples, transparentes y diversos.
Es otro periodista, el uruguayo Raúl Zibechi, quien define el rol de los profesionales de la información ante este nuevo y espectacular movimiento: “Ahora que se han creado y difundido nuevas tecnologías que han simplificado la tarea, tenemos el desafío de trabajar para que los movimientos se apropien de esos saberes”.
Exactamente eso es lo que estamos haciendo los que ponemos nuestros conocimientos (que, seamos sinceros, son pobres) al servicio de los que más tienen para decir. No es un acto de conmiseración, sino de supervivencia: lo harán sin nosotros, de todas formas, creando nuevas vías para eludir los piquetes que cortan la ruta de la información.
Hay otro camino posible, otra comunicación y otro mundo. Se trata de sintonizar la lógica de estos nuevos tiempos, mejores que los viejos.
Es esa lógica que, al decir de Zibechi, parte de una premisa: “La negativa a imaginar que existan sujetos y objetos, actores y espectadores (medios y audiencias, periodistas y lectores, agregamos nosotros) no es un descubrimiento científico sino algo mucho más profundo: un imperativo ético estrechamente vinculado a la emancipación humana”.
Una lógica que intenta construir un poder, ni delante ni atrás, ni cuarto, ni quinto, ni primero.
Sino unido a la suerte de todos.
En el medio.

* Integrante del colectivo Lavaca.org. Colabora con diferentes medios extranjeros. Fue responsable del proyecto, puesta y marcha y dirección periodística de las revistas trespuntos y Viva. Premio Rey de España a la mejor crónica periodística publicada en un medio gráfico de habla hispana en 1990, por la cobertura de los estallidos sociales durante la presidencia de Alfonsín, para el diario Página/12.

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